Editorial
Nos hemos atrincherado ya, tras las pantallas de incontables ordenadores. Las armas, firmes en nuestras manos: lápices, pinceles, teclados, más ordenadores, relatos, cómics, imaginación. Exégesis resiste. Exégesis persiste. La batalla, sabemos, se gana con ideas, pero también con segura obstinación. Y nuestra obstinación es segura. Seguimos aquí, cerrando lentamente nuestro segundo año de existencia. De supervivencia. Contamos algunas bajas, es cierto, pero son más los nuevos cuadros que se suman mes a mes a nuestra aventura. Y son más los nuevos lectores que se animan en este terreno escarpado e inseguro, entre las bombas que caen detonando a diestra y a siniestra. El riesgo: que algo nos vuele la cabeza. ¿Pero qué riesgo es ése? ¿No es acaso lo que buscamos? Volar cabezas, asaltar almas, sacudir cuerpos, despabilar espíritus, fascinarlos con este género tan real como increíble. La ciencia ficción tiene en Exégesis su experiencia dibujada. Sí, seguimos siendo la única publicación de cómics de ciencia ficción de habla hispana (¡guau!). Y eso que no es fácil hacer cómics. Aquí no alcanzan los dones individuales, no bastan la imaginación inspirada ni la creación trasnochada del artista genial. Por momentos, las más de las veces, los cómics requieren de dones compartidos, de inspiración multiplicada y de genios sumados. Los cómics se traman de a muchos (de a dos, de a tres, de a más), con todo lo que esto implica: retrasos, conflictos, idas y vueltas, más retrasos, más conflictos. ¿Cómo no atrincherarnos? ¿Cómo no sentirnos parte de una misión difícil y heróica? Exégesis resiste: el cómic de ciencia ficción resiste. Somos muchos, somos obstinados, y amamos lo que hacemos. De eso se trata.
Pues bien, nuestro grito de guerra sigue a flor de piel. Se alza por sobre todas las dificultades. Un nuevo número merece que reafirmemos nuestras banderas. Con brazos bien en alto y segura alegría en nuestros corazones. Ya se oyen nuestras voces multiplicadas, nuestro canto de batalla, hoy como siempre:
Esto es ficción, ciencia ficción:
Esto es Exégesis.
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¡Muy bueno, Blas! No quería ser el primero en comentar, pero esta editorial es tan emotiva que no he podido «resistirme», je je. En efecto; dedicarnos en nuestros ratos libres a promover una pasión como la nuestra, la ciencia ficción, significa luchar, trabajar y aguantar. Yo fuí un desertor de los comics, pero como en tantos otros aspectos de la existencia, a veces es necesario alejarse de algo para verlo en toda su grandeza y regresar con más ganas aún. Muchos seguiremos luchando y resistiendo. Mientras haya imaginación, o nos la den quienes la tengan.