El cometa
Lo habían escrito en la prensa los sabios más afamados. Esta noche llega el Cometa engalanado de una cola nupcial tejida de jirones de estrella, una cola de gases tóxicos que amenaza con envenenar a media ciudad, a media campiña, a medio país. Por las esquinas, en cada tenderete y en cada posada, venden máscaras fabricadas con la tosquedad del desconcierto, en un intento por guarecer los pulmones de los humores perniciosos del astro vagabundo. Pero esta medida profiláctica quizá no sirva y anda el personal en el trajín de testamentar bienes, con la esperanza de que algún hijastro pródigo, algún nietecito o concubina, resista los avatares del cielo y de la tierra.
Yo, que nada tengo, ni nada he dejado a medio concluir, instalaré mi mejor sillón en la terraza para apoltronarme en él. Quiero ser un espectador cumplido y fiel de este fin de todo, dado que no pude asistir al nacimiento del mundo por motivos de una longevidad de escaso recorrido, no quisiera perderme el momento de su defunción.
3 comentarios
¡Me ha encantado! Es curioso porque creo que en el siglo XIX pasó esto de verdad, es decir, que se pensaba que el roce de la cola de un cometa en la atmósfera terrestre iba a envenenar el aire. Me ha gustado mucho el estilo narrativo de este microrrelato. Hay que ver lo mucho que se puede contar en pocos renglones.
La ilustración de Franki tiene ese aire mágico al que ya nos tiene acostumbrados. Genial.
¡Felicitaciones a los dos!
Cierto, Allmanzor. La ciencia de la época aseguraba que eso iba a ocurrir y, como es lógico, en las ciudades cundía el pánico. No por nada, simplemente la información «científica» no llegaba a las zonas agrícolas o, si llegaba, no había suficientes feligreses para contagiarse el miedo unos a otros. En su libro «El cometa» creo que Carl Sagan habla de ello. Un saludo, nos vemos en otras viñetas e historias.
Y por cierto, Serafin, la frase final del relato es de lo mejor que he leido ultimamente. En serio. Da para pensar en cosas como la gente que estuvo antes que nosotros, los que estarán cuando nos hayamos ido… uno piensa que le ha tocado vivir en el momento más avanzado de la historia humana, pero ¿Como reaccionaríamos al saber que seremos los últimos, que después de nosotros ya no habrá nadie más en el mundo..?