Editorial

“¡Abran paso!” grita la portada de nuestro decimotercer número. Y es que no hay mejor forma para cerrar un ciclo que hacer de cuenta que nada ha cambiado. Así, el grito articulado por los trazos de Pablo Caballero nos recuerda que el empuje del cómic y de la ciencia ficción continúa tan vigoroso como siempre. Exégesis vive y vivirá. El amorfo cuerpo exegesiano continúa en buen estado y desarrollándose con vitalidad. Por esto mismo sabrán excusar que por esta vez nuestro editorial adquiera un tinte autobiográfico; es que por su naturaleza amorfa, este cuerpo exegesiano está destinado al cambio, a la reinvención. Después de año y medio de haber asumido la posta en la coordinación de esta revista y de casi dos años como editor de contenidos, el impulso de reinvención me va corriendo hacia otros terrenos y comienzo aquí mi gradual pero inevitable despedida de las funciones editoriales, las que tantas horas me han consumido y que tanto disfrute me han deparado. Han sido dos años intensos como intensas fueron las cientos de páginas que poblaron nuestra web y nuestras compilaciones bimestrales. Observo con asombro que 175 han sido los variados trabajos que han anidado en mi carpeta de proyectos y que he tenido el honor de acompañar. Sí que han sido años intensos. Cuando Daniel Santos me propuso la coordinación de esta publicación, contaba entre mis objetivos personales alzar la calidad de la revista y aumentar su número de lectores. Todavía me sorprende comprobar que fue el más complejo de estos objetivos, el primero, el que verdaderamente se logró. Esto habla a la claras del nivel creativo y artístico de nuestros colaboradores. Exégesis tiene hoy más que nunca materia prima para convertirse en una publicación de referencia en el universo paralelo de las publicaciones no profesionales. Algo que sin dudas logrará. Estamos aún presenciando el nacimiento de esta aventura; los astros comienzan a conjugarse favorablemente; los nuevos lectores no dejan de arrimarse, aunque aún tímidamente; el staff de la revista está sólido y activo; Exégesis sigue llegando. Si alguien necesita una comprobación de esto, qué mejor que esta nueva entrega bimestral, que cuenta con presencias irrefutables: Allman, el regreso de La Tetera de Russell y el desenlace de Óxido. Y más cómics, y más ciencia ficción.

Es este justamente el momento en que se imponen los agradecimientos; a Jesús Pérez y Alex Monreal antes que a nadie, quienes desde las sombras sostuvieron y siguen sosteniendo la estructura informática y de publicaciones de Exégesis. Pero tampoco puedo dejar de lado a Peio Soria y Marc Roca, quienes en poco tiempo han sabido despabilar las estructuras de la revista. Y, sin dudas, a cada uno de los colaboradores de esta publicación, que otorgaron sustancia a este esqueleto enclenque que nosotros les brindábamos. Ellos son Exégesis, sin dudas. Y nuestros lectores, claro, que no nos dejan caer en el olvido. Porque mientras todos ellos continúen acompañándonos, Exégesis seguirá viva. Sé que dejo a esta fantástica criatura en buenas manos, creciendo sanamente y en pleno rediseño de su imagen (sí, Exégesis se sigue reinventando). Sé que dejo a esta fantástica criatura con dolor, pero también con alegría. Porque sé que sigue viva y que cada vez más se irá conformando en un valuarte ineludible del cómic y de la ciencia ficción. Cada vez más se adentrará a los empujones en los hogares, en los ordenadores, en el imaginario de miles y miles de amantes de este género que tanto queremos y cuidamos. ¡Abran paso!

Porque esto es ficción, ciencia ficción:

Esto es Exégesis.

¡Adiós!

6 comentarios

  1. Que Exégesis haya tenido a Blas estos dos años, ha sumado mucho a que la calidad de la revista sea de un nivel excelente. Y hay que tener en cuenta el trabajo en la sombra que le ha supuesto llevar a cabo toda la organización. Es abrumador.
    Muchas gracias por tu trabajo, Blas, y por todas las molestias que te estás tomando en la transición de funciones.
    Eres todo un caballero.

    Y como dice Pedro, esperemos que el tiempo te permita continuar entre nosotros!

  2. Hay, Blas… Recuerdo que cuando contactaste conmigo por 1º vez y me comentaste que te hacías cargo de la función de coordinador te deseé suerte y ánimo, pues yo imaginaba el enorme trabajo que se te venía encima. Tengo que decir que ha sido un privilegio trabajar (si, trabajar) contigo. Me enseñaste mucho y por eso me apena tu marcha, aunque no me sorprende.
    Instintivamente el primer pensamiento es que Exégesis pierde un elemento valiosisimo, pero tú nos aseguras que la edición de contenidos queda en buenas manos. Eso me tranquiliza.
    Echaré de menos tus sabios consejos y sugerencias y confío en que tus facetas de guionista y ocasionalmente de dibujante no nos abandonen. Un saludo y… Hasta la vista!

  3. Blas, amigo, se te va aextrañar y mucho, tu tarea fue (Y es) fundamental para que la revista tenga el éxito que tiene (La mejor online a mi parecer), eso sin dejar de lado a los demás colaboradores, claro está. Esperemos que hagas unas esporádicas apariciones que enriquezcan aún más el ya muy interesnte contenido de la revista. Un abrazo muy grande y hasta la vista!!!!!!!!!!

  4. La verdad, Blas, es que me dejás helado: ¿cómo «Adiós»? Hay algo que es seguro: Exégesis no deja de dar sorpresas… aunque algunas sean un bajón. Bueno, la verdad, es que ha sido un verdadero placer: te agradezco realmente tu recepción y consejo en materia de guiones o escritos en general. Realmente puedo decir que aprendí. Gracias en serio, y estamos en contacto 🙂

  5. Gracias, gente, por las sentidas palabras que me han estado haciendo llegar en estas semanas. Las agradezco tanto como el fantástico trabajo que todos han realizado durante estos años. Todos hemos aprendido, y yo, sin duda, he sido el primero. Creo que si hay algo que Exégesis sabe hacer, es ayudarnos a crecer, a todos. Sólo basta revisar la evolución en el trabajo de cualquiera de nuestros colaboradores para confirmarlo. Y así seguirá, con seguridad. Todavía me verán involucrado en el trabajo editorial por algún tiempito, y claro que seguiré escribiendo para la revista, así que este es un ‘adiós’ a medias. Como bien dice Pedro, un «Hasta la vista, baby!»

    Gracias!!