Primer contacto
Despierto lentamente del período de letargo. En este ciclo soy el primero de la tríada en hacerlo y es como retornar a la infancia; mi mente vuelve a ser pequeña e incompleta. A mi lado, Susurros empieza a moverse despacio. Ella es una Emotiva y al emprender su escalada de consciencia emite intensas feromonas que me embriagan. Mi mente truncada es incapaz de controlar a mi cuerpo y me acoplo a ella suavemente para no despertarla repentinamente. Ella ronronea de placer y emite un intenso pulso de señales químicas que al inundar la estancia hacen despertar a nuestro querido Híbrido.
Nos fundimos lentamente mientras nuestros cuerpos reaccionan y nuestros cerebros sintonizan; se suman y volvemos a ser Pensadores evolucionados. Sin prisa disfrutamos de la comunión mientras nuestros pensamientos se reordenan volviendo a ser tres mentes únicas pero cada una con la aportación de sentimientos, conocimientos y experiencias de los otros. Los vínculos cuánticos de trasferencia cognitiva se solidifican en enlaces estables que perdurarán hasta el siguiente letargo.
Conecto con la infoesfera y descargo mi asignación actual, en este ciclo de vigilia vuelvo a ser Instructor, uno de mis trabajos favoritos.
Al llegar al santuario de transferencia observo al grupo desde la entrada del recinto, sin intervenir. Es un conjunto heterogéneo de entes incompletos bordeando el largo período de la adolescencia. Algunos ya han formado dúos y están a un paso de convertirse en adultos así que encuentran a su tercera alma gemela. Un pupilo ya me ha visto y la noticia vuela por el perímetro, haciendo que todos se sienten en círculo dejándome un espacio. Por la infoesfera llegan saludos, presentaciones, currículos condensados, mi asistente personal contesta a todos en el mismo tono. Luego dejamos de un lado la comunicación automática y empezamos a conversar tranquilamente para conocernos mejor.
—Maestro, ¿es cierto que participó en la expedición a la Tierra? —pregunta sin previo aviso Minuciosa, una Técnica de nivel 3 que ya ha formado dúo con un Emotivo y solo le falta encontrar al Híbrido para formar la triada y ser adulta.
—Vaya, esa información no es del conocimiento de muchos Pensadores —digo, impresionado por las capacidades de Minuciosa al bucear en las infinitas bases de datos de la infoesfera —. Tienes talento. En efecto, yo fui uno de los viajeros. —contesto, después de recuperar mis recuerdos exactos.
— ¿Nos contará sus impresiones? —pregunta con esperanza Recuerdos, un Emotivo singular restringido por su mente única, pero llegando casi al límite de su evolución individual. Promete ser un gran Pensador una vez que forme su triada y se complete.
Por la infoesfera llegan peticiones de los demás pupilos y de las parejas de los que ya tienen dúos y que han sintonizado con los presentes. Me dispongo a enviar un paquete de metainformacion conteniendo mis recuerdos, emociones y la documentación de la misión, cuando Minuciosa se dirige a mí.
—¿Podría contarlo personalmente? — Minuciosa se controla, pero soy capaz de sentir sus feromonas, una mezcla de expectación, súplica y esperanza. Realmente desea oírlas de primera mano.
—Por supuesto —contesto, y conscientemente libero un caudal substancias químicas que transmiten aceptación y pertenencia al grupo.
Les empiezo a narrar cómo después de generaciones escuchando los ecos del cosmos, finalmente una señal llegó, modulada y coherente, indicando la presencia de información. Todas las antenas del planeta se revolvieron en sus bases y apuntaron hacia un pedacito olvidado del cielo en el disco de la galaxia madre. Con el tiempo las señales cambiaron y fueron añadiendo más capas a la información codificada, como si la civilización que las emitía fuese paulatinamente evolucionando. Cientos de Pensadores involucrados en el proyecto se volcaron a descifrar la codificación de los mensajes y luego a interpretar su contenido, pero fue en vano. La tarea era tan abrumadora que se lanzó una pregunta a todos los Pensadores del mundo: “¿Qué nos dicen los otros?”
Inmediatamente todos los eruditos del planeta se implicaron en intentar responder a la gran pregunta. Tal fue el esfuerzo combinado de tantos Pensadores que se descifró aquel mensaje codificado en las arcaicas ondas de radio. Consiguieron descubrir que la raza productora de las emisiones se llamaba a sí misma ‘Humanidad’ y que a su planeta lo llamaban ‘Tierra.’
Fue un momento histórico, finalmente el primer contacto con otra cultura autoconsciente. Los Pensadores decidimos viajar a la Tierra y hacer a los humanos partícipes de la felicidad del descubrimiento; nunca antes se nos había ocurrido ir a ningún sitio, pues no habíamos encontrado a nadie con quien poder interactuar fuera del planeta madre.
—Maestro, ¿qué papel desempeñó usted en esta fase? —pregunta Ummon, otra Técnica, ya emparejada con un Híbrido.
Esta vez emito un paquete de metainformación por la infoesfera para que tengan los detalles, limitándome a contarles cómo me vi involucrado en el proyecto.
—Construimos un generador de ondas gravitatorias, creamos el Portal añadiéndole una poderosa inteligencia artificial capaz de realizar los millones de cálculos necesarios para el viaje y elegimos a los miembros más efectivos de las principales tríadas involucradas en el desafío y cruzamos el Portal hacia la Tierra.
Antes de darles tiempo a preguntar les remito a todos la información del portal. A los Técnicos les añado las referencias a los planos, a los Emotivos las emociones condensadas que sentí al cruzar el portal, y a los Híbridos los modelos de la inteligencia artificial.
—Os advierto que a partir de ahora hay sensaciones negativas —libero feromonas de peligro e inquietud; por la infoesfera aviso a todos incluído los dúos pues, aunque incompletos, sus sensaciones empiezan a estar rudimentariamente conectadas.
Continúo mi narración después de que todos me reportan que se han preparado para recibir la información.
—Paz, una Emotiva con gran capacidad de empatía fue el primer Pensador en cruzar. Nada más llegar sintió el dolor, el sufrimiento de mil especies agonizando, el padecimiento de una biosfera entera que sufría una agonía lenta e inexorable. La amargura de especies sintientes ya extinguidas, de especies que podrían llegar a ser sintientes pero nunca lo serían. La angustia de millones de seres abandonados a su suerte, soportando horrores inimaginables. Fue tan grande el dolor que experimentó que entró en estado catatónico.
Hago una pausa, mientras mis pupilos se revuelven y asimilan los conceptos.
—Esperanza, un Emotivo con gran capacidad lingüística, fue el segundo Pensador en traspasar el portal. Sintió el sufrimiento de Paz, buscó la fuente de tanto mal y la intuyó, pero la desesperación de lo que vislumbró fue tan intensa que murió.
Rápidamente libero feromonas de tranquilidad y envío metainformación explicando lo que ocurrió con más detalles.
Un caudal de feromonas básicas inunda la sala y cientos de preguntas bombardean mí asistente personal. Empiezan a llegar mensajes de amigos de los pupilos pidiendo permiso para acceder al aula en modo remoto. Una eternidad subjetiva después, se tranquilizan lo suficiente como para que pueda continuar.
—Yo fui el tercer Pensador en atravesar el portal. Encontré a mis compañeros e investigué el origen de sus muertes, los primeros fallecimientos no accidentales de Pensadores en mucho tiempo. Conseguí averiguar que un virus atacaba el planeta llamado Tierra, consumiendo todo a su paso, matando y arrasando a todos los seres vivos. El virus era tan maligno que no respetaba a los de su propia especie… Empecé a morir, de rabia, de frustración, de tristeza. Sentimientos olvidados por nosotros hacía eones. En un momento dado, mi compasión por aquel mundo moribundo tomó forma y un pensamiento brotó de mi mente, mi asistente personal lo amplificó y el ente artificial del Portal lo recogió, plegó el espacio sobre cada virus del planeta y lo eliminó. Yo ya estaba muerto cuando eso ocurrió… Mareas, un Híbrido entrenado en las arcanas artes de la protección, atravesó el Portal, preocupado por nosotros; nos encontró y nos envió de vuelta para que nuestras esencias fueran recicladas en nuevos cuerpos. Mareas inspeccionó la Tierra y se preguntó: “¿Dónde estarán esos humanos? Tenía entendido que eran muy numerosos.”
— ¿Qué ocurrió después? No hay mucha información disponible. —pregunta Estable, un híbrido conectado remotamente.
—La entidad del Portal eliminó todas las coordenadas para poder acceder a la Tierra y borró la mayor parte de la información, alegando que el contacto con los metadatos almacenados podía desencadenar un virus memético y poner en peligro la vida de cualquier Pensador. Para nosotros, la Tierra es mundo en cuarentena.
4 comentarios
Un cuento que hay que leer, y una ilustración que hay que analizar con todos los sentidos. Producciones así ratifican que Exégesis se está convirtiendo en uno de los mejores e-zines del medio. Maravilloso.
Como va subiendo el nivel de Nebur!! Acaba de ganar un concurso de toallas de playa, y unos días después nos sorprende con otras de sus ilustraciones cargadas de mensaje! Larga vida a NeburArt!!!!
Un relato estremecedor. Me ha gustado, sobre todo porque plantea un echo fundamental: los protagonistas no captan al llegar ninguna emoción humana, ningún pensamiento, ninguna inteligencia. Solo el dolor y sufrimiento que causan. Tan lícito es imaginar a entidades extraterrestres con los que podamos contactar como otros con los que no pueda existir ningún punto comun de entendimiento.
Nebur además ha creado una narración concisa y en la que todo queda bien explicado para que la imaginación nos pasee por esa historia.
La ilustración acompaña perfectamente y tiene unos colores realmente buenos.
¡Felicitaciones a Nebur y a Víctor!
Gran relato de Víctor, con su particular maestría para imaginar experiencias no humanas. Por cierto, una idea no fácil de estructurar narrativamente, dificultad sorteada con gran destreza. En cuanto a la ilustración, un hallazgo. Esperemos ver más trabajos de ambos en Exégesis.