Editorial 15
La ciencia ficción continúa brillando aún en un mundo como el nuestro que, inmerso en una vertiginosa carrera tecnológica, actualiza en poco tiempo muchas de las visiones futuristas descritas, e ilustradas, en obras consideradas como realidades del todo improbables. Hoy podemos ver grandes urbes repletas de elevados rascacielos con sistemas automatizados, donde los trenes circulan a gran velocidad sobre monorraíles elevados, donde un sinfín de ojos mecánicos nos vigilan reconociendo nuestros rostros con ingeniosos programas, o donde las comunicaciones se personalizan y miniaturizan haciendo que los viandantes caminemos manteniendo largas conversaciones sin que nadie nos acompañe. Hoy podemos ver cómo hay personas que gastan su dinero en viajes espaciales, quienes invierten su fortuna en grandes estaciones petrolíferas subacuáticas, o en la investigación de nuevas aplicaciones para los ya conocidos nano-robots. Hoy podemos ver a la comunidad científica reunir consejos de sabios, para establecer un código ético mundial especial para robots, ingenios que ya se usan tanto en la guerra como en la medicina. Y a pesar de todo, la ciencia ficción es un género que no desaparece.
Vivimos en un mundo cambiante, que evoluciona con rapidez, y en el que la información satura nuestras mentes. Los medios de comunicación multiplican sus plataformas y bombardean nuestros cerebros, manteniendo nuestra atención ocupada en cuestiones generalmente ajenas a nuestras necesidades. Y en medio de semejante algarabía de datos, injertos en infinidad de discursos, las personas somos capaces de evocar imágenes formadas por la fantasía.
La imaginación es la causa de que el género de la ciencia ficción permanezca existiendo. Es esta facultad del alma la que permite que un autor se adelante en la ficción a la realidad. Y es esta capacidad creativa la que permite que Exégesis prevalezca en el complicado mundo de las publicaciones periódicas, gracias a los más de sesenta autores que en ella participan. Todos ellos colaboran con sus creaciones a que el lema del presente número sea real. Porque, queridos lectores, la ciencia ficción continúa brillando.
Porque esto es ficción. Ciencia ficción.
Esto es Exégesis.
2 comentarios
Entre las múltiples preocupaciones que me inspira el futuro de la tecnología, una sobresale: ¿Acabarán restringiendo, controlando e institucionalizando internet, como ya hacen ciertos gobiernos dictatoriales? En el pasado ya le pusieron puertas al campo y hoy en día hay que pagar por un pedazo de tierra al que, lo digo a las claras y sin complejos, los ciudadanos deberían tener derecho por nacimiento. ¿Acabarán cargándose la actual libertad de la red? Veremos…
Esperemos que lo que dices no se haga realidad, Allmanzor. Todo depende de si permitimos que eso ocurra o no…