El ojo del exégeta – Jesús Pérez

Encerrados de Guido Barsi y Aitor Gascón

Una de las historias cortas que más me ha gustado de todas las publicadas en la revista es Encerrados.

Como guionista siempre me ha parecido muy difícil crear historias y expresar ideas y sensaciones en una sola página, pero parece que esto no es problema para Aitor y Guido.

El guión de Guido, con ese estilo a medio camino entre la prosa y la poesía te va llevando por el fantástico dibujo de Aitor. Con sus contrastes con la viñeta anterior y sus trasformaciones de estilo, el dibujo expresa perfectamente esa sensación de “encierro”, a lo que también se suma la disposición de las viñetas..

Y es eso, la sensación de “encierro”, la principal protagonista de la historia. El personaje “encerrado” y atado, hecho con un dibujo “sucio” y oscuro, se “escapa” en dos viñetas con colores claros y trazos limpios, para luego romperte ese sueño y convertirlo en pesadilla con la destrucción de la ciudad, de nuevo con el dibujo “sucio” y oscuro del principio. Termina poniendo al lector detrás de una verja de carcel junto con una mujer, haciéndole partícipe de la historia, y volviendo al dibujo limpio y claro que marca un punto y aparte y nos muestra metafóricamente que todos estamos encerrados. ¿Pero dónde estamos? ¿Qué es esa verja? La respuesta viene en la última viñeta. No es ni mas ni menos que la tierra, sitio del que seguramente ninguno de nosotros podamos nunca salir y que no se va a deterner para que nos bajemos.

Nuestro Discreto Apocalipsis de Blas Bigatti y Pedro Lobato

Por otro lado me gustaría destacar la serie “Nuestro discreo apocalipsis”, publicada durante el año pasado y de obligada lectura para todo aquel que le gusten, no ya sólo la ciencia ficción, sino los buenos cómics.

De obligada lectura porque el guión de Blas está perfectamente construido y te va llevando a través de la historia al ritmo (rápido) que él quiere; Porque, dando por válida la premisa inicial, la historia en si es perfectamente creible y en los personajes encontramos reacciones que podríamos tener cualquiera de nosotros en una situación parecida; Porque los diálogos son ingeniosos, muy expresivos y tremendamente reales. Te apenan, te irritan, te conmueven… etc siguiendo las directrices que marca Blas; Porque el final te deja pensando y acaba dando la vuelta al sistema de “buenos y malos” que parecía en un principio planteado; Porque no descansa ni un momento, y mantiene siempre esa sensación de angustia y desazón (excepto, curiosamente, en el primer capitulo cuando se desencadena el apocalipsis)…

Y hablando de angustia y desazón… el dibujo de Pedro es uno de los grandes culpables de mantenerte así durante la lectura de esta obra. Y es que el tratamiento del color es, simplemente, sobresaliente. Amarillos, rojos, naranjas y marrones se mezclan, creando este estilo propio de Pedro, que te hace mantenerte despierto, atento, alerta. ¡Es el apocalipsis! De acuerdo, es pequeño, no hay alienígenas destruyendo todo o grandes edificios cayendo por todos los lados, pero se puede notar la tensión, que algo no va bien, incluso aunque no leas los geniales diálogos de Blas.

Como he dicho, lectura más que recomendada para cualquier amante de los cómics y de la ciencia ficción, que incluso se queda corta y te deja con ganas de más.

Imprescindible tenerlo en vuestros ordenadores cuando salga el compilado (esperemos que dentro de no mucho tiempo), y crucemos los dedos para que podamos algún día disfrutarla en papel, pues esta historia lo merece.

SOBRE NUESTRO CRÍTICO INVITADO

Jesús Pérez (España, 1983) licenciado en Historia, trabaja como integrador/diseñador de páginas web. Es un guionista con talento contrastado para la narrativa, y un escritor que consigue dotar de solidez argumental a sus creaciones. Se desenvuelve con soltura en el género fantástico, demostrando en sus composiciones una particular capacidad para la onírica.

Su primer trabajo en esta revista fue el primer capítulo de la excelente serie ya finalizada 2059. Con más de una quincena de publicaciones en Exégesis, Jesús forma parte del equipo editorial, desempeñando las funciones del valioso responsable web.

2 comentarios

  1. Sin duda lo que más define a «Nuestro discreto apocalipsis» es el realismo de las situaciones y personajes. ¡Un gran acierto!
    Tambien es muy acertada la reflexión que propone «Ecerrados». Como dice la letra de una canción del gran cantante y bajista Sherpa: «La Tierra es una gran patera (se refiere a las embarcaciones en las que muchos africanos desesperados llegan a las costas españolas) que a la deriva nos lleva. ¿Quien sabe lo que al otro lado nos estará esperando..?»

  2. Tengo un my grato recuerdo de ‘Encerrados’. Es sin dudas el guión más perfecto de Guido, y fue la primera incursión de Aitor en Exégesis. Un verdadero lujo.