Despedida a Jean Giraud (Moebius, Gir).
Ha fallecido Jean Giraud, conocido como Gir y/o Moebius y naturalmente el mundo del Cómic se tuerce de dolor. Uno de los más grandes narradores gráficos se ha ido —para mí, el mejor de la historia—. Su legado, tan extenso como variado en grafismos y narraciones, queda con nosotros como testimonio de su indiscutible capacidad creativa.
Con su muerte, La red , muchos medios digitales especializados y otros que no, abren espacios para hablar de éste hombre. En la típica carencia creativa de la que adolece el periodismo actual, extienden columnas que se limitan a decir: Jean Giraud nació, fue francés, creció, dibujó, hizo comic, lo revolucionó, algo de cine, era famoso y tras una larga enfermedad murió…. Información conocida de sobra por quienes seguimos su carrera y que no arroja ninguna luz de interés para quienes no tenían idea de su existencia.
Hoy en día —tristemente— parece más prudente evitar los perfiles periodísticos, y dirigirse a Wikipedia para conocer los hechos más relevantes de aquellos personajes que, colectiva o individualmente, ponemos en el panteón de la fama… De hecho, le invito a que conozca por su cuenta la historia de Jean Giraud (sólo tiene que dar clic aquí)…
Las siguientes líneas simplemente son la síntesis del impacto que Moebius provocó en mí y comenzaré con una afirmación personal:
Giraud (Gir, Moebius), como Hendrix o Lennon en la música, representa para el cómic un pináculo de éste arte, la completa libertad y la capacidad infinita de innovación y deleite. Como Jimi y John, Jean continuará siendo un artista tremendamente influyente, referente obligatorio para entender éste arte, su historia y su trascendencia.
A Moebius lo conocí en la década del 90, a través de uno de sus personajes: Arzach. Leer cuatro historias escritas en 1973 para la revista Metal Hurtlant, sobre Un viajero silente, en un mundo desértico sin descripción, sin relación con nada que yo hubiese leído antes; representó para mí como lector, un paso hacia la madurez, con él descubrí que un arte netamente bidimensional puede ser profundo, no sólo en un sentido narrativo, sino también en un sentido espiritual. Las historias de Arzak, Harzak, Harzach y Harzack fueron una auténtica revolución para el cómic. “El magnífico dibujo de Moebius, junto con unos argumentos que él mismo definió como «sin pies ni cabeza» y la ausencia de palabras, dan al lector la posibilidad de sumergirse en un mundo distinto”(Wikipedia ,Arzach). En Arzach “He querido mostrar la soledad como algo que no tiene porque estar forzosamente ligado al sufrimiento”. Esto lo dijo Moebius en una entrevista para la revista Totem en 1978.
El ejercicio pictórico consciente y la búsqueda de conciencia como exploración personal y tema dentro sus obras, llevaron a Jean a convertirse en un referente de originalidad gracias a su constante evolución. Desde 1965, bajo el seudónimo de Gir y como dibujante del Western: El Teniente Blueberry, demostró ser un prolijo artista en los mecanismos narrativos del cómic tradicional, capaz de sostener como dibujante y guionista —por cerca de cincuenta años— una historia reconocida como una de las mejores muestras en papel del Western.
Paralelo a su trabajo tradicional existió su otra personalidad creativa: Moebius. En diferentes momentos de su vida, influenciado por el New Age, la Marihuana y el estudio de sus propios sueños, desarrolló obras como Arzach, El Garaje Hermético, El mundo de Edena, entre otras; donde reflejó su concepción de la conciencia cósmica del alma humana, en ellas depuró su grafismo e intentó reflejar en sus narraciones lo que es invisible y puro. Gracias a su obra influenció o participó directamente en la creación de un buen número de películas que ahora son clásicos de culto, pero de eso no hablaré, es su trabajo en las historietas el que amo.
Mucho tiempo después de mi encuentro con Arzach, empezando la primera década del siglo XXI, pude leer La Saga de El Incal y nuevamente Moebius, ésta vez junto a Jodorowsky, detonó un cambio profundo en mi visión del mundo. Las aventuras de John Difool, amalgama creativa de un guionista y un dibujante con visiones metafísicas cercanas sobre un universo lleno de vida, donde el centro de la aventura del héroe es la realización personal a través de la iluminación, partió en dos la historia del cómic europeo.
De ésta obra he realizado muchas metalecturas, éste año comencé a leer cada página de El Incal con ojos de aprendiz, busqué la comunión con un maestro, lejano ahora por designio del hado, pero cercano y cálido gracias a sus personajes. Ésta última lectura va más allá del “simple” entretenimiento y tiene como objetivo el entendimiento técnico del quehacer del dibujante, en lugar de tomar apuntes sobre mis impresiones de lo leído comencé a imitar los trazos del maestro… Sí hay algo de cierto en aquella frase que dice que la imitación es una forma de elogio, espero que entiendan que en estos calcos que he realizado y que les presento, obra la necesidad de estudiar el camino recorrido por otros, para buscar el propio. Estos no son los trazos del maestro pero si sus personajes.
Estoy muy conmovido por la muerte de Moebius, se ha ido uno de los más importantes narradores gráficos y aunque no pude cumplir mi profundo deseo de conocerle, escuchar su voz y sentir su aliento, lo despido como lo que fue para mí… Mi más querido Maestro… Nos ha dejado una obra llena de amor y magia, en la que demostró que la creatividad y los sueños toman la sublime forma de la felicidad y que ésta felicidad se encuentra en nuestras manos para ser compartida. Hasta luego Jean Giraud (1938-2012), sé que te volveremos a ver porque la cinta de Moebius vuelve sobre sí misma para recomenzar con cada ciclo la historia del infinito.
Apuntes gráficos de mi lectura de El Incal:
Artículo elaborado por Pablo Pérez (Altais) y publicado previamente en su blog: Periodista ilustrado
Sus trabajos en Exégesis: Pablo Pérez (Altais)
5 comentarios
Queda patente tu tristeza por el fallecimiento de Moebius, Altais. La verdad es que yo lo poco que leí de él (o arte que vi, mejor dicho) es precisamente la saga de El Incal, o «Las aventuras de John Difool», que creo es su titulo verdadero. Es un artista tan admirado que en algún momento tendré que indagar más en su obra. Es algo que tengo pendiente.
Uno de los grandes! Hace varias semanas,me pillé uno de sus últimos trabajos de Arzak,el vigilante;recuperando así a su viejo personaje,y dandole «voz» en ésta nueva etapa,demostraba estar en plena forma y comentaba estar muy ilusionado trabajando en la continuación de ésta historia;no se si la terminaría,pero es seguro que hasta el final hizo lo que le gusta.Por otro lado,su dibujo en Blueberry es de un realismo espectacular,con detalles impresionantes y una estética western como pocas.
No perderás tú tiempo Allmanzor, en cualquier idioma que
leas L’Incal (Titulo original francés), The Incal o El Incal, encontrarás una
historia interesante en la que se conjugan un guión que va más allá de la ciencia
ficción clásica en términos narrativos; con un arte que difícilmente te
decepcionará.
Pedro, no dudo que más temprano que tarde tendremos el
mercado de historietas inundado con reediciones de los trabajos de Moebius,
junto con muchos trabajos inéditos que sin duda nos permitirán seguir gozando
de uno de los grandes. He leído los tres primeros volúmenes de El Teniente
Blueberry y es sin duda el arte purista de Gir, una de las razones por la
cuales se sostuvo por más de cuatro décadas
una historia que, además, contó con guiones muy interesantes.
Te recomiendo leer: Jim Cutlass (Western) de Jean-Michel
Charlier y Jean Giraud… Y El mundo de Edena de Moebius
Anotados!!