La baulera de Allmanzor: Hardboiled. Frank Miller – Geoff Darrow(1990 -1992)
Y una vez más, hoy toca retroceder a la sagrada antigüedad para echar un vistazo a una obra muy poco convencional a la vez que controvertida. Un cómic que veinte años después de su creación mantiene intactas sus dosis de provocación, calidad gráfica y concepto experimental de la narración:
Hardboiled. Frank Miller – Geoff Darrow. 1990 -1992.
Nombrar al guionista y dibujante Frank Miller, es nombrar a una de las vacas sagradas del cómic mundial. Un autor que logró dar desde sus comienzos, en los años ochenta, un aire más duro y realista a los clásicos súper-héroes. Sus series de Daredevil o Spectacular Spiderman marcaron el inicio de una nueva y particular forma de entender la creación de este arte secuencial al que llamamos cómic. Igualmente, su serie Batman, The dark knight returns (en la que muestra a un Batman ya viejo y retirado de la lucha contra el mal) constituye, paradójicamente, una de las mejores aproximaciones al “Hombre-murciélago” que se hayan realizado nunca.
Y es en el año 1990, cimentada ya su fama de creador gráfico y narrativo, cuando Miller acomete el guion de una miniserie de tres números que tocaría temas como la cibernética, la rebeldía contra la programación impuesta, la decadencia social, etc.
Hardboiled se publicó en tres entregas entre los años 1990 y 1992, y su contenido ultraviolento, explícito y provocador, no tardó en conseguir una serie de protestas dirigidas a la editorial Dark Horse, casa madre del engendro. Buena parte de esta controversia se debe sin duda al dibujante Jeoff Darrow. El elegido por Miller para dar vida a su guión se ganó el sobrenombre de “el dibujante de los diez mil extras”, y no es para menos. Sus viñetas cuentan con cientos de personajes. Miles de casquillos de bala. Millones de tornillos y piezas de maquinaria desparramados por el suelo. Un exceso gráfico que constituye un freno a la hora de leer la obra, pues Miller opta por un tempo narrativo acelerado que las viñetas de Darrow fuerzan a ralentizar para poder pasear la vista por su universo barroco y detallista.
La historia nos muestra la vida de un inspector de seguros con una vida normal. Se llama Carl Seltz y está casado. Tiene dos hijos y todo en su día a día parece normal. Pero sus sueños nocturnos, en los que se ve envuelto en terribles combates en los cuales siempre acaba casi destruido, le perturban cada vez más. Tal vez lo que ocurre es que Carl Seltz no es su verdadero nombre, y que su vida no es lo que le han hecho creer.
Hardboiled es una obra que incide en el poder de las grandes empresas. En un poder que crece hasta límites exagerados cuando se une a la investigación robótica. Una obra que también trata sobre inteligencia artificial, conciencia artificial y finalmente rebeldía artificial. Pero Miller no va a mostrarnos algo previsible y fácil, y el argumento dará giros sorpresivos a cada paso del protagonista.
Hardboiled es, pues, un interesante experimento narrativo acompañado de un arte recargado de detalles. Un grafismo “retrofuturista” en la concepción de vehículos y moda de los personajes, pero también con un look ciberpunk muy atractivo. Un cómic sangriento y violento no apto para almas sosegadas, que aguanta perfectamente el paso del tiempo y cuya lectura resulta muy recomendable.
2 comentarios
Excelente crítica Allmanzos. Al leerla, me doy cuenta de las enormes lagunas que tengo en cuanto al mundo del cómic.
Muchas gracias, Serafín. De todas formas mis lagunas también son importantes 🙂