El ojo del exégeta – Fran Carras
Como entiendo que las grandes series de la revista merecerían una entrada más pormenorizada y particular en cada caso, para mi Ojo del exégeta me he centrado en seleccionar dos historias cortas de las muchas que han pasado por Exégesis. Me ha costado lo mío decidirme por estas dos finalmente, no creáis. Pero bueno, son las mías porque en su momento me dijeron algo, porque recogen todos o casi todos los elementos que caracterizan nuestra revista, porque me gustaron sin más.
La primera:
¡Alienígena! http://www.revista-exegesis.com/2011/01/alienigenas/ De Gastón Martino “Almanzor”. Gran conocido por su enorme serie “Allman”. Tan inmensa es, que merecería un capítulo o una entrada aparte para ella sola en el blog. Pero por fortuna para nosostros en esta historieta de escasas 4 páginas también encontramos toda una suerte de trabajadas ilustraciones: naves espaciales imposibles e idílicos paisajes interestelares con los cuales Gastón Martino tiene a bien dejarnos boquiabiertos cuando aparece por aquí con su radiante arte.
Pero ¡Alienígnea! No es sólo una sucesión de viñetas bien dibujadas, ni tan siquiera eso fue lo que más me llamó la atención. Fue su guión: La historia contada. La historia dentro de otra historia que ocurre en un futuro muy lejano y a la vez tan actual, la historia que me recordaba a las buenas obras literarias, las de los giros argumentales imprevistos, las de los finales redondos e inteligentes. La de los finales que es mejor no contar para no destriparlas, claro está. Pero historias que siempre se han de recomendar leer encarecidamente.
Mensajes. http://www.revista-exegesis.com/2012/01/mensajes-2/ De Paqaru. Al contrario que Allmanzor, a este autor tan solo lo podemos encontrar en la revista por esta única obra. He de decir que he estado trasteado por internet y me he topado con este blog, que pertenece al tal Paqaru http://cannibalprocession.blogspot.com.es/ y donde se pueden encontrar más dibus y más comics de este simpar autor. Aunque últimamente el blog está bastante abandonado aun se pueden encontrar varias cosas en él que merecen la pena.
Pero, ¿por qué me atrajo Mensajes, qué es lo que tienen de especial estas 4 páginas? ¿Me atrajo su singular diseño de personajes? ¿Fue la luminosa paleta de colores utilizada lo que me acercó a él? ¿O tal vez fue la atractiva integración de las onomatopeyas y las exclamaciones dentro de la página? ¿Ese ambiente desértico logrado que tanto me retrotrae a ciertas obras del genial Moebius, quizá? ¿La composición de las páginas, o fue el trazo suelto y desenfadado con el que tanto me identifico yo también? Sinceramente, aun no lo sé, pero os tengo que recomendar leer Mensajes encarecidamente también.
SOBRE NUESTRO AUTOR INVITADO
Fran Carrasco (España, 1970) más conocido como Fran Carras —o sencillamente Franki—, es un dibujante de cómics e ilustrador freelance ,afincado en la localidad vasca de Ermua, con gran capacidad en sus obras para la evocación a través de la irreverencia, la onírica y la rebeldía en un inteligente uso de la inocencia, retratada a través de los trazos más extravagantes.
Autor de las inquietantes ilustraciones que acompañan la literatura del escritor catalán Serafín Gimeno en el libro “Sala de despiece”, en Exégesis destaca por la magnífica obra “El cielo está enladrillado” (cuya web independiente es del todo recomendable), con la que se inició en la revista y que fue punto de partida para participar en otras creaciones como la magnífica novela seriada Colapso (Jaime Paz), nuestra portada del número 4, un inquietante sexto capítulo en la serie “La cúpula de los exégetas”, y el recomendable cómic “¿Dónde van los globos?” del guionista argentino Blas Bigatti.
Su blog de exposición: Franki. Water & Colors
Sus trabajos en Exégesis: Franki
2 comentarios
Por la parte que me toca, estoy encantado y agradecido por tus palabras, Franki. La verdad es que da gusto hacer estas historias cortas. Me alegra que «¡Alienigena!» haya sido digna de mención 🙂
Ah, y la historia realizada por Paqaru me gustó mucho, como en su momento comenté. Muy bonita visualmente y con un impactante texto, sobre todo al final.