La baulera de Allmanzor: Star Trek, la película – Robert Wise (1979)
Amigos navegantes del cosmos Exegesiano, ha llegado la hora de reseñar una película perteneciente a uno de los universos más aclamados pero, a la vez, menos comprendidos de la ciencia ficción. ¿Quién no ha oído hablar de algo llamado Star Trek? ¿Esa serie de televisión, y de películas de las que muchos hablan pero que, en realidad, pocos han visto y menos aún entendido? Del enorme, gigantesco universo de Star Trek, vamos a centrarnos en el que fue su gran estreno en la pantalla de cine:
Star Trek: la película. 1979. Dirigida por Robert Wise.
Fue durante el año 1966 cuando el director y productor Gene Roddenberry, antiguo piloto de bombarderos durante la Segunda Guerra Mundial, dio inicio a un sueño largamente perseguido: una serie de televisión que conjugara su pasión por los viajes espaciales, la aventura, la investigación científica y una visión amable y utópica del futuro Humano. Ya desde el inicio se produjo un hecho que marcaría la idiosincrasia de Star Trek para siempre: el episodio piloto de la serie fue en un principio rechazado por ser considerado “demasiado cerebral” para el público. De más está decir que una vez que la serie pudo ver la luz, ese componente “cerebral” contribuyó a darle un respeto y un aire de seriedad que pocas han igualado.
“El espacio: la última frontera”
Durante tres temporadas, entre los años 1966 y 1969, Star Trek llevó al público de medio mundo a bordo de la nave “Enterprise” (denominación con la que siempre hay alistado un buque en la marina de los EE.UU y que Roddenberry trasladó al espacio) en un viaje por estrellas lejanas, visitando mundos alienígenas de lo más variopintos y proponiendo argumentos de la ciencia que hoy están empezando a no ser tan “ficción”.
Pero las cosas terminan, y a pesar del relativo éxito de la serie, el número de seguidores siempre se mantuvo en un límite crítico, por lo que tras esas tres temporadas la emisión fue cancelada definitivamente. Durante la década de los años 70, las televisiones de muchos países repusieron periódicamente esos episodios y Star Trek fue ganando una popularidad mayor que la obtenida en el momento de su producción. Así las cosas, los planes para nuevas temporadas con los actores originales estaban en marcha a finales de dicha década. La nueva temporada iba a llamarse Star Trek: phase II, pero el director George Lucas lo cambió todo.
Tras el apabullante éxito de Star wars en la primavera de 1977, se produjo un efecto de imitación: todo el mundo quería subirse al carro de las aventuras espaciales super-tecnológicas. Los directivos de la productora Paramount preguntaron: ¿No tenemos algo parecido? Fue en ese momento cuando el destino quiso que la nueva serie de Star Trek mutara a un largometraje para la gran pantalla que ha quedado no sólo como uno de los momentos cumbre de la saga, si no también como uno de los filmes de ciencia ficción más grandiosos e imaginativos de la historia del cine.
¿Qué decir del director elegido para llevar adelante el proyecto? Robert Wise cuenta con unas credenciales más que interesantes en el séptimo arte. La única película que montó personalmente, Ciudadano Kane de Orson Welles, le valió una candidatura al premio Oscar. Como director, tocó diversos géneros incluida la ciencia ficción. Películas como Ultimátum a la Tierra (El día en que la Tierra se detuvo) (¡por favor olvidemos la nueva versión del año 2008!), Sonrisas y lágrimas (La novicia rebelde, en Latinoamérica), La amenaza de Andrómeda, o West side story, forman parte indiscutible de la historia del cine.
Y en 1979: Star Trek: la película.
Tres naves de guerra del Imperio Klingon interceptan una gigantesca nube de energía que cruza su territorio. Tras disparar contra la nube, los Klingon son fulminados sin remisión por la represalia del extraño objeto. Una enorme estación espacial Humana percibe la llegada de la nube energética y es también destruida, no sin antes calcular la trayectoria del intruso: se dirige directamente al planeta Tierra. La alarma cunde entre las autoridades Terrestres que deciden enviar a la única nave en condiciones de interceptar al extraño a tiempo: la USS Enterprise NCC-1701, con toda su tripulación original. Tras un emotivo (aunque tal vez demasiado extenso) paseo por el exterior de la Enterprise, el capitán James T. Kirk se reencuentra con los antiguos personajes y otros nuevos. Juntos parten al encuentro de la nube asesina, iniciándose un viaje no sólo para salvar a la Tierra, si no para descubrir las complejidades personales de algunos de los protagonistas, así como ciertos indicios del futuro al que conduce la tecnología Humana. Cuando tienen conocimiento de que un ente inteligente llamado V’ger controla la nube, y lo que oculta en su interior, las dudas aumentan. Pero es al descubrir que V`ger considera como parásitos a los seres vivos que pueblan el Enterprise cuando los verdaderos problemas comienzan, y se inicia una lucha de intelecto y deducción para detener al extraño en su camino a nuestro planeta.
Esta primera película de Star Trek, aunque soberbia, no era del todo original ya que se trataba de una ampliación de uno de los episodios de la serie de los 60. Eso sí, se aprovechó y profundizó aquel argumento de forma magistral dotando al filme de un misterio y calidad narrativa muy superior al de otras producciones nacidas a la sombra de la obra de Lucas. Aquí no veremos épicas batallas espaciales (aunque también cuenta con algo de acción) si no que la gran historia de fondo, el misterio que plantea el extraño visitante, la búsqueda de respuestas por parte de algunos de los personajes y las enormes revelaciones finales forman un conjunto de una clase y maestría inigualables. Y esa es la mejor forma de definir el resultado: clase. La magnificencia de los escenarios por los que majestuosamente avanza la nave Enterprise, los trascendentes diálogos y revelaciones, todo está al servicio de una obra con una buena historia que contar y que, por desgracia, representó el punto álgido de la saga nada más empezar.
Star Trek continuaría con nuevas películas durante los años 80 y 90. Algunas buenas. Otras claramente mediocres. Pero ninguna lograría ya esta calidad argumental de la primera parte. Más series de Star Trek nacieron en esos años, con nuevos personajes, y la franquicia se convirtió en el producto televisivo con mayor número de Spin offs (series basadas en otra anterior) de la historia. Y en el año 2009 se estrenó la Precuela (Por favor, líbrennos ya de ellas) en la que se cuentan los inicios del capitán Kirk, el oficial científico Spock y demás personajes. Un film que tuvo buena acogida, a costa de traicionar en cierta medida su espíritu para acercarse más al planteamiento de Star Wars.
Star trek: la película, quedará como otro hito de la verdadera ciencia ficción. Aquella que hace menos hincapié en la fantasía y la aventura, pero que plantea argumentos imaginativos sobre el futuro de la humanidad y, en este caso concreto, sobre los peligros que las decisiones tecnológicas pueden acarrear. Una película pausada, incluso lenta, pero que juega con el misterio y el ansia de conocimiento puro. La frase con la que el oficial Spock define al visitante es de lo más explícita: “V’ger posee conocimientos que abarcan todo el universo, y sin embargo está vacío…”
Una obra que sin duda hay que ver para decidir definitivamente si se está a favor o en contra del universo Star Trek. ¡Larga y próspera vida!
8 comentarios
Muy buena entrada Gas, Muy bien escrita. Coincido contigo prácticamente en todo….Nunca me he considerado un «trekie» (incluso me cargan un poco) pero tuve la suerte de ver un montonazo de capítulos de la serie original (Creo que en Telemadrid hace mil años) y me encantaban precisamente por el tono serio aunque amable y científico que mencionas.
Desde luego La primera película es todo un clásico imprescindible de la ciencia ficción, una pasada de guión y de desarrollo de la trama hasta el excelente final…. Las demás no se acercan ni de lejos, y eso que las 2 y 3 están bastante bien, luego caen en picado víctimas de la sobreexplotación de la formula tan típicos de la «industria» norteamericana.
Bueno felicidades nuevamente por la entrada.
Un saludo
Jorge
Blog. La imaginación dibujada.
Muchas gracias, Jorge 🙂 A mi me encanta el universo Star Trek, pero soy el primero en afirmar que algunas de sus películas son bastante malas. Por suerte lo compensa con otras de gran nivel como ésta, desde luego. Además Star Trek es de esas sagas de las que la gente se apresura a decir «nunca me ha gustado». Otros productos crean indiferencia, pero Star Trek posiciona claramente a favor o en contra, je je. Yo vi también muchos episodios de la serie original de los 60 y es entrañable. De las películas, aparte de la primera, las verdaderamente buenas son «Star trek II: la ira de Khan» de 1982 y «Star trek VI: aquel país desconocido» de 1990, la última protagonizada por el reparto (elenco) de la serie original. Ya me entran ganas de volver a verlas 😀
Me gusta mucho ésta pelicula;posiblemente es la mejor,como bien dices;pero lo bueno del universo Star Trek,es que cada peli te sumerge en una aventura fantástica,distinta a la anterior y siempre con ese rollo familiar de los protagonistas que te hacer participar de forma amena al tiempo que tu cariño hacia ellos es inevitable.Independientemente de cuales sean mejor o peor,puede ocurrir que las que más gusten igual son algo flojas,pero ya se sabe que para gustos…;entre mis preferidas estan «Primer contacto» (me encantan todos esos malosos de aspecto cyberpunk) y «Némesis» ( buenísimo todo ese juego de luces y sombras que rodea toda la pelicula… y el choque de naves es alucinante!);no estoy deacuerdo en lo que dices que algunas son malas;más flojas,quizás;pero se nota claramente que todas han sido rodadas con mucho respeto (algo que puede apreciarse tambien en éstas precuelas)
Cierto, Pedro. Tal vez la palabra «malas» no haya sido adecuada. Para un fan de la saga sí que hay algunas más flojas (Star trek V: la frontera final, es el mejor ejemplo a mi modo de ver). «Insurrección» y «Némesis» también me gustaron muy poco. Star trek 2009 sí me gustó… Pero como bien dices, para gustos hay de todos los colores, je je. El problema es que me da la impresión de que cada película cuenta con menos medios y presupuesto que la anterior. La misma impresión me da la saga de «La nueva generación». Es como si se fuera desinflando el interés de la productora… Pero aciertas de lleno en el sentimiento que provocan los personajes. Uno se encariña muchísimo de ellos.
En otro orden de cosas, no sé si conoces la anécdota del primer transbordador de la nasa: recibieron cientos de miles de cartas de fans de la serie en 1978 para que fuera bautizado con el nombre «Enterprise». Aceptaron. Pero resultó ser la broma más cruel que se pueda imaginar, pues dicha nave se usa sólo para pruebas en tierra y jamás ha volado al espacio… Una pena.
Desconocía la anecdota;una verdadera faena para los fans superentregados a la serie;tambien podría verse de otro modo y es que el transbordador,a parte del nombre,tambien tiene en común con la Enterprise precisamente eso,que ninguna voló al espacio ya que la de los films sólo lo hizo en la ficción;vale,mejor lo dejo 🙂
Por cierto,me gustó mucho como te quedó éste especial dedicado a la primera pelicula.
Ja ja, buena teoría, Pedro. En Star trek 1 hay una escena en el salón de recreo de la nave en el que hay un mural con fotos de un velero, un portaaviones, una lanzadera espacial, etc y el personaje Dekker alude a que todos esos vehículos se llamaban Enterprise. Habría sido bonito que la lanzadera real que tiene la nasa saliera a la órbita para convertir en realidad esa secuencia. Hasta cierto punto sí es real, salvo por el hecho de que se trata de una lanzadera espacial que nunca ha visto el espacio… al igual que la maqueta de la Enterprise de la película, como has dicho ;D
Y por cierto, a mi que me vuelven loco los artefactos espaciales, tengo que decir que la Enterprise de las películas de la década de los 80 (pues Enterprises ha habido muchas distintas) me parece el diseño de nave de ciencia ficción más hermoso, elegante y original que he visto nunca. Estoy embobado con esa nave más que con ninguna otra, je je.
Fijate que yo me decanto más por la de Galáctica,estrella de combate … ¡la de la serie clásica,porsupuesto! Y ya puestos,si tengo que elegir la música del comienzo de cada una de éstas dos series,lo tendría muy muy dificil.
¡A mí también me encanta la Galactica de la serie original! Lo que pasa es que Galactica es un pedazo de hierro pensado para combatir, je je, y aunque su diseño es muy bueno y me gusta mucho, Enterprise al ser una nave de investigación y no de combate pura, tiene más elegancia, a mi modo de ver.
La música de Galactica y la música de Star Trek (película) son muy buenas. En lugar de elegir, ¡Me quedo con las dos, ja ja!