La baulera de Allmanzor: Naves misteriosas -Silent running- (1972)
Existe cierta tendencia a considerar los tiempos pasados como más sencillos. Tiempos en los que la existencia tenía menos complicaciones. Acertada o no, lo cierto es que esta forma de ver las cosas nos hace tener la impresión de que cada vez aparecen nuevos escollos en el camino del Ser Humano. No fue hasta la década de los años 70 del siglo XX cuando la sociedad empezó a tener consciencia de los peligros del deterioro medioambiental, y un término antes poco utilizado se abrió paso en el ideario colectivo con una fuerza arrolladora: ecología. Habiendo tomado nota de la amenaza que la degradación del hábitat podía suponer para nuestra propia supervivencia, la imaginación empezó a hacer su trabajo, y el cine no podía permanecer mucho tiempo ajeno a la nueva corriente. Procedente de aquellos primeros años 70, rescatamos hoy una obra hermosa, trágica y con claro mensaje de advertencia. Bienvenidos a una carrera silenciosa:
Naves misteriosas (Silent running), 1972.
En el siglo XXI, la práctica totalidad de la vida vegetal ha desaparecido de la Tierra. Desde hace años, una pequeña reserva de especies arbóreas y de otros tipos es conservada en naves invernadero cerca de Saturno. El botánico Freeman Lowell, interpretado por el actor Bruce Dern (padre de Laura Dern, sí, la chica de Parque Jurásico) dedica todos sus esfuerzos al cuidado de las especies vegetales resguardadas en las tres enormes astronaves. El amor y dedicación que aplica a su tarea llega a ser obsesivo, teniendo además que lidiar continuamente con unos compañeros de custodia a los cuales nada les importa ni su cometido ni la preservación del valioso cargamento.
Aun así, la vida de Freeman transcurre de forma agradable, realizando su trabajo de manera eficiente a la espera del día en que llegue por fin la ansiada orden de regresar a la Tierra y repoblar la vegetación.
Sin embargo, cuando finalmente se recibe la comunicación, ésta les ordena destruir todas las cúpulas que albergan a los bosques y plantaciones. El proyecto ha sido cancelado por motivos económicos. Los compañeros de Freeman saltan de júbilo: por fin van a poder arrasar esos bosques que tanto odian y volver a casa. Mientras la destrucción de las 2 primeras cúpulas comienza, Freeman toma una decisión que le llevará a los límites del comportamiento humano y a una épica huida a través de los anillos de Saturno.
Naves misteriosas supuso el debut en la dirección del especialista en FX Douglas Trunbull, cuya labor en films como 2001 y Blade Runner ya forma parte de los mitos del cine. La película, estrenada en 1972, ofrece un claro mensaje de aviso sobre los daños irreversibles que la codicia Humana puede causar al planeta. Las magníficas secuencias iniciales, en las que la cámara nos lleva en un paseo por entre plantas e insectos, en un traveling a ras del suelo, sirve para enseñarnos la belleza de ese mundo pequeño pero a la vez gigantescamente diverso que hay en cualquier jardín, y que acaba mostrándonos el emplazamiento de toda esa hermosura en una cúpula artificial en el espacio. La música que acompaña a esta apertura hace caer al alma en un estado de bienestar y auténtica comprensión de la vida. Lo aseguramos.
Entrando ya en matices argumentales, es inevitable que nos llame la atención la inconsciencia y absoluta indiferencia que los compañeros de Freeman muestran hacia la pérdida total de la flora en la Tierra, riéndose continuamente del protagonista y menospreciando su labor. Una buena representación de la evolución de la civilización, que no echa de menos lo que nunca ha conocido. Y por otro lado, a nadie escapará la ironía de que algo que la naturaleza, en su inmensa sabiduría y poder, crea de forma autónoma para nosotros, finalmente sea condenada a la desaparición definitiva por algo tan prosaico (en términos cosmológicos) como el dinero.
En el apartado técnico, es de destacar el diseño, comportamiento y funcionamiento de los robots ayudantes, que el protagonista programa para una gran diversidad de tareas (incluida la de compañeros en partidas de cartas), creando un vínculo con ellos muy superior al que tiene con los humanos, y que se transmite al espectador de forma directa y clara. Serán ellos quienes hagan verdadera compañía a Freeman en su travesía, quienes le saquen de apuros y quienes finalmente tendrán un papel relevante en la historia.
Como anécdota del material de producción, las maquetas de las naves invernadero serían utilizadas años más tarde como parte de la flota Humana en la serie Battlestar Galactica de 1978.
Entre los guionistas de la película, se halla Michael Cimino, que más tarde conseguiría un gran éxito con películas como Thunderbolt & Lightfoot (Un botín de 500.000 dólares, en España) con Clint Eastwood, o El cazador, antes de caer en desgracia por culpa de megalómanos proyectos cinematográficos. Pero sin duda en Naves misteriosas ofrece un ejercicio de narrativa que transmite el amor por cosas importantes que no se pueden perder. Es de destacar la escena en la que el protagonista alude a la niña de una fotografía intentando hacer entender a sus compañeros el peligro de que ella crezca sin ver árboles, bosques o campos de hierba. Las acciones que Freeman toma en la encrucijada que se le plantea harán meditar al espectador sobre el valor de la vida humana, sobre hasta dónde se debe o puede llegar para preservar la naturaleza, y sobre qué sacrificios se pueden acabar realizando para lograr dicha preservación.
Tenemos, en definitiva, una película hermosa. A ratos inocente, y a ratos trágica. Con un mensaje que no debe pasar inadvertido y que reafirma la capacidad de la ciencia ficción como medio de plantearnos el futuro y sus peligros, para así poder evitarlos o atajarlos de la mejor manera posible.
Nadie podrá decir que no estábamos advertidos.
2 comentarios
Esta película la vi de jovencito y me impresionó sobremanera. Los bosques, las cúpulas, la soledad del protagonista frente a las burlas de sus compañeros y a su terrible resolución: la de matar para preservar la vida. Toda la película es un canto a la vida, incluso los robots están dotados de ella.
Muy buena reseña, felicitaciones.
Mira que algo me decía que esta película te tenía que gustar si ya la conocías. Es realmente una obra preciosa.
Muchas gracias, Serafín 🙂