Ficción Científica: El ascensor espacial

Ficción científica – El ascensor espacial

Los más veteranos seguro que recordáis que, en más de una ocasión, he ensalzado la ciencia-ficción por ser el vehículo perfecto para explorar los límites de la ciencia actual. Esto hace que algunas veces sea difícil ver una barrera definida entre ambas. Un claro ejemplo de lo que hablo sería el Ascensor Espacial.

Mucho se discute acerca de quién fue el primero en introducir el concepto en la ciencia-ficción. Clarke se anticipó en darlo a conocer en su novela Fuentes del Paraíso (1973), aunque Charles Sheffield también lo usó en La telaraña entre los mundos (1973), terminada poco antes pero publicada después que la novela de Clarke. Realmente, poco importa esta discusión, ya que el concepto en sí se lo debemos al genio ruso Konstantin Tsiolkovsky. Este auténtico pionero de la astronáutica (a quien deberíamos dedicar un artículo completo para entrar en detalle en todas sus fascinantes ideas) fue el primero en proponer la noción de un ascensor espacial en 1895.

Más adelante nos adentraremos en la descripción de los modelos propuestos en los proyectos en marcha (los cuales siguen con pequeñas variaciones los diseños de otro físico ruso, Yuri Artsutanov). Antes me gustaría centrarme en la importancia del proyecto y su posible impacto en el futuro de la humanidad.

Durante la Guerra Fría, el espacio se convirtió en algo fundamental para la sociedad. No sólo por la carrera espacial entre los EEUU y la URSS. Científicos y escritores nos aseguraban que el futuro estaba a la vuelta de la esquina, que dentro de pocos años tendríamos vuelos a la luna, estaciones espaciales, y quién sabe cuántas cosas más. Sin embargo, aquí seguimos, anclados a la Tierra. Y es que, aunque la guerra fría nos dejara enormes conocimientos de astronáutica, el sistema utilizado por los cohetes actuales viene siendo el mismo que ya describió el mencionado Tsiolkovsky hace más de cien años. Rusia lleva más de cuarenta años poniendo carga útil en órbita con un cohete, el Soyuz, que poco ha cambiado. Con este sistema, cuesta entre US$ 10.000 y 50.000 poner un kilo de carga útil en órbita. Y poco podemos hacer por mejorar este precio ya que los impedimentos a los que nos enfrentamos no son técnicos sino teóricos, son los impedimentos propios de usar cohetes químicos como los que usamos. Un ascensor espacial podría reducir los costes hasta unos US$ 200-500/kg. Lo cual haría que el espacio se abriera ante nosotros.

Esquema del Ascensor

A pesar de lo que indica su nombre, el ascensor espacial no funcionaría como lo hacen los ascensores corrientes. En este caso, se eliminaría el sistema de poleas y contrapesos y nos quedaríamos con una ‘caja’ capaz de subir a través de un cable hacia el espacio. Lo que tendríamos pues, más que un ascensor, sería una máquina capaz de escalar hacia el espacio.

Todo esto nos lleva al primer punto importante. ¿Dónde enganchamos el cable? Podríamos agarrarlo a la Luna. Así tendrpíamos un sistema rápido y barato para viajar allí. Dejando de lado la enorme distancia que nos separa de nuestro satélite, es obvio ver que no podría funcionar debido a que la Luna giraría alrededor de la Tierra, estirando el cable. Para que el cable estuviese siempre vertical deberíamos sujetarlo a algo que se encontrara siempre justo encima de nuestra posición. Por lo tanto, deberíamos de engancharlo a algo que se encontrara en una órbita geosincrónica. Y aquí es importante que esta parte del sistema tenga una gran masa comparada con la de cable/ascensor, para lograr que el centro de masas del sistema se encuentre en dicha órbita. Este objeto masivo podría ser una estación espacial o incluso un asteroide.

Fuente de la imagen: wikipedia.org

Problemas técnicos actuales

Debido a que el principal atractivo del sistema es que no necesitamos transportar el combustible con nosotros, uno de los primeros problemas que se planteó fue cómo hacerle llegar a la cápsula la energía necesaria para ascender. De los diversos métodos propuestos, parece que el más factible consistiría en láseres apuntando desde la tierra hacia paneles solares instalados en el ascensor.

Otro de los problemas principales tiene que ver con el concepto de órbita geoestacionaria y con el hecho de que la Tierra no sea una esfera perfecta. La simetría de la Tierra hace que sólo existan órbitas geosincrónicas cerradas alrededor del ecuador. Por lo que el ascensor se debería colocar en algún lugar terrestre o marítimo cerca de la línea ecuatorial. En realidad, aquí tampoco tendríamos orbitas perfectas, pero serían fácilmente corregibles mediante pequeños cohetes.

De los problemas básicos, nos faltaría comentar el más difícil de solucionar. Anteriormente hablábamos de ‘colgar’ un cable desde la Tierra hasta una hipotética estación espacial, lo que no hablamos es de cómo tenía que ser este cable. No hace falta echarle mucha imaginación para ver el cable tendría que soportar tensiones tremendas. Haciendo un cálculo de estas tensiones, podemos saber que el mejor cable de acero construido por el hombre no podría resistir. Esto fue un problema hasta el descubrimiento de los nanotubos de carbono. Por su resistencia, esta forma alotrópica del carbono es uno de los materiales más fascinantes que se conocen y es uno de los más estudiados actualmente. El único inconveniente es que, por ahora, no hemos logrado sintetizar más de unas pocas micras de este material. Pero si lográramos producirlos en grandes cantidades podríamos obtener un cable que soportara las tensiones requeridas.

Por supuesto, existen más problemas como pueden ser el peligro de micrometeoritos y radiaciones, además de otras amenazas como la estabilidad del cable pero, en mi opinión, no se trataría de nada que no pudiera ser solucionado con la investigación adecuada.

¿Futuro o presente?

Como decía al principio, hay ocasiones en las que las fronteras entre ciencia y ciencia-ficción se vuelven confusas. Desde hace unos años, agencias espaciales como la NASA o la JAXA tienen ya sus proyectos de ascensor espacial. Los costes que se estiman para su construcción no llegarían al 10% de lo que está costando la Estación Espacial Internacional. De modo que la puesta en marcha de un ascensor de este tipo sería una auténtica revolución en el sector espacial. Una vez que se pueda colocar material en órbita de manera económica, ya no sería descabellado pensar en estaciones espaciales, bases por todo el sistema solar, explotación minera de asteroides… Todo lo que la ciencia-ficción nos ha prometido durante los últimos cien años se pondría a nuestro alcance. Las posibilidades son infinitas.

11 comentarios

  1. Uno. El problema de la energía, suponiendo que el ascensor se eleve resbalando por un cable, tiene una solución mas sencila que el suministro mediante paneles solares que se cita en el texto, ya que el propio cable podría ser el conductor de la energía, igual que en los trenes de alta velocidad o en los futuros coches eléctricos que se cargarán mientras están en marcha… Ese problema es menor.
    dos. El verdadero problema es que crear y sostener un cable físico de tal longitud es del todo inviable. Daría mas problemas que soluciones.
    tres. Como diría aquel . ¿Ala pa qué tanto?
    Es que realmente para mí este es un ascensor que pantea mas problemas por su extrema longitud que beneficios una vez se haya construido je… pero solo es mi opiniòn. Ya sabeis que yo soy un raro 😀
    Eso si, el tema da para reflexionar sobre ello un buen rato…

    saludos y buenas noches.

  2. Maravilloso.
    Había oido hablar del concepto, pero no he indagado demasiado en este tema. Pero está claro que si seguimos usando cohetes, no avanzaremos demasiado…
    Buen dato el las naves Soyuz, que se llevan usando décadas sin accidentes, a diferencia de las ultimas desgracias de los transbordadores estadounidenses (bueno, son dos accidentes trágicos en 15 años, pero los rusos ni uno en 25 o así) Encima ahora retiran todos los transbordadores y no hay sustituto para ellos. No entiendo cómo va a mantener su programa espacial tripulado la NASA…
    A lo mejor Rusia dessempolva la lanzadera «Buran», que es un clon de los transbordadores norteamericanos y que lleva durmiendo y juntando polvo en un hangar de Baikonour desde hace 21 años…
    Te animo a que pongas más articulos de ficción científica, Daniel, que están muy interesantes.

  3. Sólo el hecho de que alguien con mucho dinero se plantee en serio hacer esto… ya asusta. Yo lo veo del todo imposible, sobretodo porque no veo la manera en la que el ascensor absorba los movimientos de rotación y traslación simultáneos que tiene la tierra…

    Aunque hay que reconocer que da gustirrinín ver ilustraciones y vídeos sobre el tema…

  4. Mmm este ascensor me podría servir para volver a mi planeta.

    ¡¡Buen trabajo Dani!!

  5. El video que ha puesto Ender está genial y te pone los dientes largos con las posibilidades. Ahora solo hace falta que haya voluntad por parte de los responsables de llevar adelante el desarrollo. Aunque nos parezca un concepto extraño, seguro que se encuentra una solución, aunque se tarde.
    Hay tambien grandes dudas sobre el viaje, como las cuestiones: «¿A qué piso va?» o el asunto de la musica de ascensor que se vaya a utilizar ja ja.
    Bromas aparte, quiero hacer notar la analogía entre cierto axioma que se demostró equivocado y el de este ascensor teórico: «Una máquina más pesada que el aire nunca podrá volar». «Un cable desde la superficie hasta la órbita es imposible»…

  6. No lo veo tan descabellado, por cierto. Si se puede mandar un cohete al espacio, un ascensor parece una idea mucho más natural (una vez resueltas ciertas trabas técnicas, claro está).
    Ahora bien, disculparán mi falta de entuciasmo, pero en algún punto creo coincidir con Franki, que se preguntaba ‘¿Ala pa qué tanto?’. Un tema que suele pasarse por alto es el de la conveniencia de seguir destinando tantos millones en programas espaciales cuando la ciencia aún no ha podido resolver problemas que condicionan las vidas y el bienestar de millones de personas EN la Tierra. Claro que más dinero se gasta en programas bélicos. Pero en todo caso -mal que nos pese a los amantes de la ciencia ficción- no deja de ser injusto estar tan pendientes de las estrellas cuando todavía hay gente que se muere de hambre a nuestro alrededor.

  7. @franki. Efectivamente, el problema actual está en construir un cable que resista pero no es inviable y es más factible de lo que pueda parecer. En cuanto a ¿para qué tanto? Pues sencillamente porque si queremos salir de este planeta me parece que es nuestra única opción.

    @Allmanzor. No olvides a los europeos. La ESA ya tiene su transbordador espacial no-tripulado para abastecer a la Estación Espacial (http://es.wikipedia.org/wiki/Veh%C3%ADculo_de_transferencia_automatizado) y por lo que tengo entendido existe el proyecto de modificar el diseño para que pueda transportar personas.

    @Ender. Gran vídeo. Lo vi cuando preparaba el articulo, la verdad es que existen muchísimos similares con los que puedes hacerte una idea del proyecto.

    @Atlas. No sé si entiendo muy bien lo que comentas. Ten en cuenta que no necesitaría absorber ningún movimiento de rotación ni traslación porque ya «los lleva». Pasaría algo como con los satélites. Una vez están en órbita alrededor de la tierra no hace falta que corrijan nada. En realidad la forma de ésta y otras influencias gravitatorias de la luna y otros astros alteran un poco estas órbitas pero son desviaciones fáciles de corregir.

    Sobre lo último que comentáis. El ascensor en sí sería más parecido a un hotel que a un ascensor actual. Por lo que sé, el viaje duraría alrededor de un día.

  8. Gracias por el enlace, Daniel. Me ha gustado enterarme de los planes de convertirlo en tripulado.
    Lo malo es que al final vamos para atrás. El vehiculo de transferencia automatizado está muy bien para los niveles a los que se mueve la ESA, pero los transbordadores, desde el Columbia (el Enterprise fué el mayor engaño que se le pudo hacer a los fans de Star Trek pues jamás salió al espacio), eran un hito en la exploración espacial. Amplios, comodos, capaces de transportas a 8 personas… Ahora volveremos a las capsulas biplaza de los años sesenta…
    ¡Voto por el ascensor/hotel espacial!