Editorial 20

Silencio, ya viene. Estamos a punto de presenciar la consumación de un período de cinco mil ciento veinticinco años. Según los entendidos, el próximo veintiuno de diciembre es la fecha en la cual se termina el calendario Maya, conocido por su sorprendente exactitud en la medición del tiempo —sólo el calendario de la NASA le supera en ello—. A esta tajante expiración del cómputo de los días se le atribuyen una miríada de acontecimientos, muchos de ellos difíciles de creer, entre los que destaca el tan repetido final del mundo —el ser humano ha asistido con anterioridad a muchos de ellos ya; desde los cambios de cada milenio a los cálculos de impacto de asteroides contra el planeta, pasando por catástrofes naturales o incluso invasiones alienígenas—. Pero todo quedó en falsos augurios. ¿Y ahora qué ocurrirá?

En Exégesis creemos en el cambio. Es más, somos cambio. Y eso es lo que seguramente ocurra el veintiuno de diciembre: cambio. Pero no uno en concreto, sino los que ocurren a diario; la vida es eso, sin duda alguna, y en concreto la de esta publicación. Desde sus inicios ha debido cambiar para continuar existiendo —bien lo saben ustedes, queridos lectores—. Ello es un reflejo de la especie humana, que para continuar existiendo ha debido mudar para adaptarse al medio. Eso sí, hay que señalar que en gran medida el ser humano tiene miedo a toda alteración; le gusta aferrarse a costumbres para crear una sensación de dominio y seguridad.

Desde la presente editorial pretendo retarles a mirar al futuro con esperanza, porque hay motivos. El cambio es un desafío. Por eso el equipo editorial continúa implementando mejoras, preparando nuevos proyectos y elaborando novedosos planes. Porque creemos en un mañana en el que dar rienda suelta a nuestra creatividad.

Porque esto es ficción.

Ciencia ficción.

Esto es Exégesis.

1 comentario

  1. Esperemos que siga habiendo mundo en el que continuar Exégesis. ¡Bravo por el inicio de un nuevo número!