Author Archives: Alex

  1. La Baulera de Allmanzor: El mundo invertido de Christopher Priest (1974)

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    ¡Saludos, mis queridos buscadores de mundos fantásticos! En esta ocasión hablaremos de una novela con un argumento altamente original:

     

    El mundo invertido, de Christopher Priest (1974).

     

    La historia comienza de forma llamativa: el protagonista cumple seiscientas cincuenta millas de edad. Así, el autor ya nos introduce en un mundo en el que las cosas se miden de forma distinta, pues el entorno también lo es. Tierra es el nombre de una ciudad que debe ser movida constantemente sobre un sistema de rieles en un lejano y extraño mundo. Los habitantes de la ciudad, divididos en diferentes gremios, trabajan para mantener el avance constante hacia un punto situado al norte que se denomina “el óptimo”. No hay opción a quedarse atrás. El óptimo se mueve constantemente y la ciudad debe seguirlo y estar en todo momento lo más cerca de él, de lo contrario, comienzan a producirse horribles aberraciones en el espacio y el tiempo. Los gremios de construcción de vías, de puentes, de exploración del “futuro”, de tracción… todos viven en una lucha continua contra el terreno para mantener el avance de la ciudad. Milla a milla, día a día, para poder sobrevivir.

    El protagonista ingresa en uno de los gremios al alcanzar la edad en millas necesaria, comenzando así su vida adulta. Las cosas tomarán un giro importante cuando se le encarga una misión fuera de la ciudad y esto le lleva no solo a conocer el mundo exterior por primera vez, si no también a ser testigo de las terribles consecuencias de quedarse rezagado y alejarse demasiado del óptimo.

    La aparición de graves obstáculos y ataques armados provocará que la ciudad deba luchar como nunca y aceptar una verdad para la que nadie está preparado.

     

    Christopher Priest obtuvo con El mundo invertido el premio a la mejor novela de ciencia ficción británica de 1975, un año después de su publicación. Tenemos aquí una interesante aventura con muchos enigmas y acción, y la descripción de una sociedad que mantiene herméticas instituciones que perpetúan un sistema que se ha formado en torno a una única premisa: mantener el avance de la ciudad constantemente. Un mundo de extraños contrastes, con jinetes exploradores que, como el protagonista, van montados a caballo y armados con ballestas y flechas, mientras la ciudad recibe su energía de un reactor nuclear situado en sus entrañas.

    En resumidas cuentas, una obra tal vez poco conocida hoy en día, pero muy recomendable y con unas revelaciones finales muy interesantes. ¡No os detengáis nunca! ¡El óptimo se aleja!

     

  2. Próximo lanzamiento Z: ‘Zombimaquia’,

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    Sale a la venta ‘Zombimaquia’, una nueva vuelta de
    tuerca de la literatura sobre muertos vivientes
     La antología, compilada por el escritor Rubén Serrano, cuenta con relatos del
    estadounidense Mike Resnick y otros destacados autores
    El próximo 29 de julio se pone a la venta a nivel nacional Zombimaquia, una antología de relatos sobre
    muertos vivientes ideada y coordinada por el escritor de género fantástico Rubén Serrano en exclusiva para
    Dolmen, la editorial mallorquina que ha puesto de moda el género de zombis en España.
    En la antología participan una veintena de autores, entre los que destaca el estadounidense Mike Resnick,
    con la historia titulada Una chica muy especial. Asimismo, incluye Condemnata Regina, de Elena Montagud;
    La muerte del hombre blanco, de Tony Jiménez; Oma Claudine, de José Luis Cantos Martínez; El crucero del
    terror, de José Vicente Ortuño; Puta roja, de Darío Vilas; Las últimas horas, de Gervasio López; Carne tabú,
    de Fermín Moreno González; Tiempo muerto, de Sergi Llauger; Un testigo invisible, de Ramón López;
    Cambio de presa, de María Delgado; ZomBCN, de Ignacio Javier Borraz; La venganza de Erika, de Lydia
    Alfaro; Es peluznante, de Senén Lozano; Z, de Pedro Escudero Zúmel; Génesis zombi, de Loli González
    Prada; The karate kiZ, de Nuria C. Botey; Gizmo-San Feedback, de Magnus Dagon; Me llamo Marcos y soy
    de Cádiz, de Julián Sancha Vázquez; y Movimiento de cámara, del propio Rubén Serrano.
    El término zombimaquia, “lucha contra los muertos vivientes”, ha sido inventado por el compilador para
    tratar de englobar en él los diferentes relatos que forman la antología. Unos relatos que pretenden dar otra
    vuelta de tuerca a la literatura de zombis, yendo más allá de las propias historias de supervivencia de un
    puñado de personas para descubrir cómo los humanos combaten o, incluso, se aprovechan y explotan a los
    muertos vivientes.
    Este volumen es la crónica de todas esas situaciones: “es el reflejo de muchos posibles mundos donde los
    muertos vivientes están presentes y tratan de encontrar su lugar, su espacio, mientras los vivos actúan
    frente a ellos de diferentes formas. Y al final, casi siempre, los humanos dejan aflorar su verdadero ser, en
    ocasiones más terrible que el de esos pobres seres putrefactos, haciendo inevitable la pregunta: ¿quién es
    realmente el monstruo?”, planteó Serrano
    La ilustración de la portada (un humano armado con machetes, dispuesto a enfrentarse a una caterva de
    zombis) es obra del destacado dibujante Alejandro Colucci.

    Título: Zombimaquia (Antología Z vol. 4)
    Compilador: Rubén Serrano
    Autores: Varios
    Imagen de portada: A. Colucci
    Editorial: Dolmen
    Páginas: 322
    ISBN: 978-84-15296-04-1
    Precio: 17,95 euros.

    Más información: www.dolmeneditorial.com

     

  3. Editorial

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    Exégesis es el Fénix que arde, se consume y vuelve a renacer de sus propios despojos digitales. Tras cada resurrección, nuestro sentimiento es el mismo: júbilo, acompañado por un hondo alivio. Porque tras cada ardor, este Fénix puede descansar en paz, aunque más no sea por unos breves segundos antes de que nuestro destino creador nos imponga volver a remontarnos a través de cielos cibernéticos, y a colarnos entre las infinitas ventanas de cristal líquido de nuestros lectores. No es un vuelo amigable, por cierto. Enfrentamos en nuestro ascenso la arremetida de nuestras propias limitaciones, las presiones editoriales, la falta de tiempo, de dineros… Quedamos, tras dos meses de vuelo y de sacudones, bastante magullados, bastante maltratados. Se siente el trajín en nuestros huesos; las ráfagas de obligaciones han descalabrado nuestras plumas; el ímpetu creador nos ha consumido hasta extenuar nuestras energías. Aún así, renacemos una vez más de nuestras cenizas. Tras dos meses de ardor enfebrecido, de un fuego rabioso que podría amedrentar aún al corazón más obstinado, la chispa sagrada de la ciencia ficción se mantiene viva. Sentimos, con cada bimestre que pasa, que son más almas las que se suman a esta hoguera compartida. Nuevos lectores nos descubren con asombro; nuevos colaboradores se suman a este averío desaforado. Entre ellos, nuestro staff cuenta ya con dos adquisiciones ansiadas y necesarias: Marc Roca y Peio Soria son nuestros nuevos responsables de publicidad. Está en sus manos la esperanza de que esta magullada ave de ensueño, que respira ciencia ficción y se alimenta de cómics, alcance los cielos definitivos. Apenas si hemos aprendido a desplegar nuestras alas y a pavonear nuestra mitológica belleza; sabemos que aún nos queda un buen trecho que recorrer. No perdemos la esperanza. A ella nos aferramos con segura ilusión. Y este número 12 es muestra de que nuestra fe no se ha corrompido. Desde su portada, Franki nos propone una impensada y bella metáfora de este Fénix vapuleado, que la ciencia ficción se empeña en rescatar. Y sin saberlo, también nos anticipa el tercer y último relato de la trilogía de robots encarada por Jesús Pérez, y que llega a su fin de la mano de Aitor Gascón. Pero esto no es todo. A las breves historias de siempre, se suman nuestras incondicionales -y ya ininterrumpidas- series: “Mi brazo robótico,” “Óxido,” “Nuestro discreto apocalipsis,” y el regreso de “Europa,” la esperada obra de Alex Monreal y Marc Roca.

    Ya ven, Exégesis vuelve a renacer de sus propias cenizas, una vez más. No tenemos dudas de que nos aguarda la apoteosis, el fuego divino que arderá en nuestras alas cargadas de sueños, ciencia e imaginación. Es que estamos hechos para arder, y para renacer. Ustedes lo saben tan bien como yo:

    Es que esto es ficción, ciencia ficción:

    Esto es Exégesis.